Taller Durán fue fundado a mediados de la década del 60´ por Ovidio
Durán, quien soñaba con dedicarse al oficio.
Desde joven aprendió las diferentes técnicas para ser chapista y se
animó a tener su propio negocio.
Si bien el camino fue duro, con los años Ovidio pudo posicionarse entre los talleres más importantes de la ciudad.
Su secreto radicaba en su técnica y dedicación en cada trabajo, logrando
que los vehículos puedan volver a su estado original, y el cliente lo vea como nuevo.
«La calidad es nuestra mejor garantía de fidelidad de los clientes»
Hace algunos años se incorporó al negocio familiar Sebastián, el nieto de Ovidio.
Fiel admirador de su abuelo, quiso aprender su oficio.
Su llegada prometió frescura e innovación a lo que Ovidio había dedicado tantas horas y esfuerzo.
Sin embargo, se siguen utilizando muchas técnicas y cuidados propios del abuelo, que hacen que cada reparación que se realiza en el Taller Durán tenga la combinación justa del ojo crítico de un gran conocedor del oficio y la utilización de las últimas tecnologías de la industria.
